La fotografia con un niño a sus anchas es como una caja de sorpresas, disparar y ¿qué imágenes te vas a encontrar luego, ah...?
Con este torbellino llamado Hugo estuve una tarde tomándole fotos a petición de sus padres que sobre todo ella, tenía muy claro la importancia de guardar estos momentos irrepetibles en imágenes, para que en unos años, tener el placer de experimentar esa nostalgia alegre de ver como su hijo un día, fue un pequeño revoltoso disfrutando de su niñez.
Muchas gracias Andrea por tu confianza, para mí es un inmenso placer colaborar con tus ideas y desde aquí, felicitaros por tan bella criatura.
Os dejo una muestra de la sesión.