Y seguimos con la buena climatología en el día del Alardo, acto culminante de la trilogía y donde se decide si la media luna o la cruz gobernará Cocentaina. Después de la embajada matutina el cielo cubierto ha dejado caer una corta y escasa lluvia que no ha impedido ni a moros ni a cristianos para empezar a hacer sonar sus arcabuces y llenar de pólvora y humo el Passeig del Comtat y el Pla, lugar donde un mano a mano antes de subir al castillo pone punto final a tres dias intensos y donde los contestanos ya piensan en las fiestas del año próximo. Felicidades a la Junta de Fiestas, festeros, músicos y toda la gente que hace posible esta maravilla. Os emplazo para agosto de 2018 y espero que disfrutéis con las imágenes.
Hasta el año que viene. Un abrazo.